Inicio / Inspiración Floral / Historia y tradición de regalar flores en España
El acto de regalar flores es una costumbre universal, pero en España tiene raíces profundas que se entrelazan con la cultura, la religión, la literatura y el simbolismo emocional. En este artículo exploraremos el origen de esta práctica, su evolución a lo largo de los siglos, cómo se expresa hoy en España, e ideas para quienes desean encargar un ramo en una Floristería en Granada o en cualquier parte del país.
La costumbre de ofrecer flores tiene raíces tan antiguas como la propia civilización humana. Las flores aparecen representadas en rituales funerarios, ceremonias religiosas y como ofrendas a dioses o espíritus. Se usaban para honrar a los difuntos, embellecer templos y expresar sentimientos que las palabras no podían abarcar.
En muchas culturas antiguas —como la egipcia, la griega y la romana— las flores eran símbolos de belleza, fugacidad, pureza y renacimiento. En Grecia, por ejemplo, la diosa Afrodita era asociada con la rosa, símbolo del amor y la pasión.
A medida que avanzaba la historia, la costumbre de regalar flores fue codificándose: cada flor adquirió significados simbólicos (escarlata para el amor, blanco para pureza, etc.). Esta “floriografía” —el lenguaje secreto de las flores— alcanzó su esplendor en Europa durante el siglo XIX, cuando expresar ciertos sentimientos directamente era mal visto socialmente, especialmente en entornos más rígidos.
En España, durante la Edad Media, las flores adquirieron un papel central en ceremonias religiosas, en la ornamentación de iglesias y en celebraciones litúrgicas. Los altares, procesiones y festividades incorporaban flores para subrayar santidad, alusiones a la Virgen María y pureza. Pero no solo se usaban en templos: también decoraban casas, jardines y espacios ceremoniales.
La literatura medieval ya menciona flores como símbolo. Por ejemplo, en los textos de “Milagros de Nuestra Señora” de Gonzalo de Berceo, se hacen alusiones a flores con sentido simbólico. Ya en esta época, regalar flores podía ser un gesto de devoción, agradecimiento o homenaje, más allá de simple adorno.
Durante el Renacimiento y el Barroco, los jardines aristocráticos y cortesanos reforzaron la fascinación por las flores. Los poetas y escritores cultivaron metáforas botánicas. Las flores se volvieron un tema recurrente en el arte: bodegones, frescos y tapices incorporaban lirios, rosas, claveles, etc., como elementos simbólicos.
En el siglo XIX, el lenguaje de las flores (floriografía) se formalizó en Gran Bretaña, y esa moda se extendió por Europa. En España, aunque no se siguió con tanta rigidez como en Inglaterra, sí se adoptaron códigos emocionales: regalar un clavel, una rosa o un lirio llevaba un mensaje.
Con el Romanticismo, el gesto del ramo se popularizó como símbolo de amor, elegancia y sensibilidad artística. Las cartas y versos acompañaban a los arreglos florales. Además, el auge de la imprenta y de la prensa ilustrada permitió difundir guías sobre el significado de las flores.
Ya en el siglo XX, con la proliferación de las floristerías y comercio moderno, regalar flores se hizo más accesible: cumpleaños, aniversarios, celebraciones religiosas y rituales sociales, festividades nacionales, etc. Las flores pasaron de ser un lujo a un detalle cotidiano en muchas familias.
Por ejemplo, regalar flores amarillas este día simboliza esperanza, luz, optimismo y nuevos comienzos. Aunque no es una tradición española antigua, ya está siendo adoptada también en el mercado español: muchas floristerías lanzan colecciones especiales para el 21 de septiembre.
Otro cambio significativo es que muchas personas hoy encargan ramos en línea: floristerías locales como una floristería en Granada pueden ofrecer servicio a domicilio, personalización y envío rápido, haciendo que el gesto tradicional se adapte a la vida digital.
Época / Fecha | Evento o práctica relevante | Comentario |
---|---|---|
Antigüedad | Uso de flores en rituales y ofrendas | Las flores eran símbolos religiosos, estéticos y de veneración. |
Edad Media | Flores en templos, procesiones y literatura religiosa | Se usan en altares y aparecen en relatos con simbolismo espiritual. |
Siglos XVI–XVII | Jardines y arte con flores | Se incorporan flores en tapices, pinturas y arquitectura floral. |
Siglo XIX | Difusión del lenguaje de las flores | Cada flor adquiere significado codificado en gestos sociales. |
Siglo XX | Popularización del regalo floral | Flores para cumpleaños, bodas, comercio, saludos. |
Actualidad | Fechas especiales y digitalización del servicio floral | Sant Jordi, Día de la Madre, 21 de septiembre, floristerías online. |
Aunque vivimos en un mundo digitalizado, el gesto de ofrecer flores conserva una fuerza emocional que pocas cosas igualan. Regalar flores es regalar belleza, lenguaje simbólico y conexión con una tradición milenaria que atraviesa culturas y generaciones.
En España, la costumbre se ha enriquecido con feriados culturales (como Sant Jordi), celebraciones religiosas, modas románticas y ahora tendencias digitales como las flores amarillas del 21 de septiembre. La historia nos enseña que cada pétalo, cada color y cada especie puede comunicar más que las palabras.
Si tienes una floristería en Granada o estás considerando encargar un ramo allí, recuerda que eliges no solo flores, sino un mensaje cargado de intención. Utiliza la checklist, mezcla saber histórico con buen gusto moderno y haz que ese regalo floral sea memorable.
Para profundizar aún más en la historia y tradición de regalar flores en España, respondemos a continuación algunas de las dudas más habituales que surgen entre los usuarios interesados en esta bella costumbre.
El origen de esta tradición se remonta a tiempos antiguos, donde las flores eran ofrendas religiosas y símbolos de sentimientos profundos. En España, durante la Edad Media, se integraron en celebraciones religiosas y cortesanas. Con el paso del tiempo, regalar flores se transformó en un gesto social y romántico muy valorado, especialmente desde el siglo XIX con la llegada de la floriografía.
Entre las flores más comunes en celebraciones tradicionales se encuentran las rosas (especialmente en Sant Jordi), los claveles (muy usados en fiestas populares), y las margaritas o lirios en fechas religiosas. Cada región de España tiene preferencias particulares, pero estas especies destacan por su simbolismo y popularidad.
Sí, sigue siendo una práctica muy común y emocionalmente significativa. Aunque las formas han cambiado —con compras online o desde una floristería en Granada o cualquier ciudad— el gesto conserva su valor simbólico. Hoy, fechas como San Valentín, el Día de la Madre o el 21 de septiembre (flores amarillas) mantienen viva esta hermosa costumbre.
Déjanos tu comentario